Nueva Zelanda está viviendo uno de sus peores días producto de la pandemia de COVID, luego de haberse declarado libre del virus en junio de 2020, cuando el resto de mundo seguía perdiendo vidas tras los numerosos contagios.
Este martes, Nueva Zelanda registró la cifra diaria más alta de casos de COVID desde el inicio de la pandemia. Este hecho se ve asociado ante un brote de la variante delta que inició en Auckland y ha tomado buena parte de su población.
Ante la realidad que enfrenta el país, la primera ministra de Nueva Zelanda Jacinda Ardern ha desistido de la meta de eliminar el virus y, en cambio, ha intensificado la vacunación.
De acuerdo a los recientes informes, las autoridades sanitarias anunciaron 94 casos nuevos. Esta cifra sobrepasó la marca previa de 89 contagios en abril de 2020 durante la primera ola de infecciones de COVID.
A pesar de que los casos en Nueva Zelanda son bajos en comparación con el resto de los países, han crecido sostenidamente desde que la variante delta apareció en el territorio a mediados de agosto de este año.
Actualmente, según las estadísticas que ha ofrecido la nación, cerca de dos terceras partes de la población elegible tiene la vacunación completa en el país.