Hace unos días, Mon Laferte dejó fascinados a sus fans locales en un tremendo concierto donde estuvo presenta la mismísima Myriam Hernández, con quien cantó. Tras tres años de espera, la cantautora volvió a subir al escenario nacional para interpretar los temas de “Seis” y “1940 Carmen”. Una cita para la que eligió sus cambios de ropa minuciosamente. Un ‘show’ súper completo que causó conmoción entre aquellos que fueron a vislumbrar su talento.
Llevó cuatro vestuarios de lo más originales que no dejaron indiferente a nadie. Mon Laferte lució un vestido blanco con mangas abullonadas y unas hombreras que se veían a kilómetros, pero no fue el único ‘look’ que se llevó la atención del público. También lo hicieron un traje de corte clásico, un vestido rojo y otro estilo abrigo. Todos y cada uno de ellos fueron preparados con un único propósito: que Mon brillara y diera lo mejor de sí misma.
¡Objetivo conseguido!
En cada una de sus interpretaciones, Mon Laferte deslumbró y se llevó la ovación del público. El ‘look’ con el vestido blanco arrasó y, aun cuando muchos podrían pensar que no se animaría por la incomodidad que suelen otorgar las prendas de este tipo, la mediática tomó su guitarra y se puso a tocar de pie, luciendo las hombreras como nadie nunca lo ha hecho. Un detalle que no fue pasado por alto y sus fans elogiaron.
Su ‘make up’ siguió la misma línea que suele llevar Norma Monserrat Bustamante Laferte, un delineado pronunciado, que combinaba con cada uno de sus estilismos.
A través de sus redes sociales, Mon Laferte dejó constancia de lo que había ocurrido en una de las noches más mágicas de su carrera. Fue entonces cuando varios usuarios dejaron sus impresiones, entre las cuales se encontraban las de una internauta que envió su bonita declaración de amor a la cantante, resaltando la paz que le brindaban sus ojos delineados.
“Tu música hermosa”.
“Cada vez que pienso en irme, pienso en tu sonrisa, en tus ojitos delineados, en tu música hermosa”, apreció la cibernauta, conmocionada por la infinidad de sentimientos que le generaba ver a Laferte con semejante templanza.