Colombia recibió en la madrugada del martes a dos grupos de inmigrantes ilegales que fueron deportados de los Estados Unidos. Esta situación generó un fuerte ida y vuelta entre Gustavo Petro, el presidente colombiano, y su par de Estados Unidos, Donald Trump.
Lula da Silva, primer mandatario de Brasil, también se sumó a la polémica. Los líderes latinoamericanos denuncias las condiciones deplorables en las que aseguran que son obligados a viajar sus ciudadanos deportados. Colombia había decidido no recibir más vuelos si no presentaban condiciones dignas.
En la madrugada de este martes 205 migrantes aterrizaron en el aeropuerto militar de Bogotá en dos vuelos de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC). Petro había amenazado con no recibir a los vuelos procedentes de los Estados Unidos, ante lo que Trump decidió imponer un arancel del 25 por ciento a productos de origen colombiano.
"El migrante no es un delincuente, es una persona humana libre”.
“Vienen nuestros connacionales desde Estados Unidos libres, dignos, sin estar esposados. Estructuramos plan de crédito productivo, asociativo y barato para el migrante. El migrante no es un delincuente, es una persona humana libre”, destacó el presidente de Colombia en una publicación en su cuenta de X.
“Esta disposición: dignidad para el deportado, se pondrá a todos los países que nos envíen deportaciones, y es apoyada hoy por la ONU”, había afirmado el lunes el mandatario colombiano. Desde la Casa Blanca, Donald Trump no dio el brazo a torcer y sostuvo que “hemos dejado claro a todos los países que (...) vamos a enviar a los criminales, a los extranjeros ilegales que vienen de sus países”.
La advertencia de Trump
“Y van a llevárselos de vuelta rápido y si no lo hacen, van a pagar un precio económico muy alto, y vamos a instalar de inmediato aranceles masivos y otras sanciones”, sostuvo el presidente que asumió su segundo cargo, no consecutivo, el pasado 20 de enero.
Desde Brasil, el presidente Lula da Silva se sumó a los reclamos de su par de Colombia, al punto que obligó que se les retiraran las esposas a todos los pasajeros de un vuelo de brasileros deportados procedente de los Estados Unidos. El avión, había tenido problemas con el aire acondicionado, lo que generó una protesta entre sus ocupantes.
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