El Papa Francisco recibió a una delegación de miembros de la Conferencia de rabinos europeos, con quienes se disculpó por no poder darles el discurso que tenía programado. Una vez más, la salud le jugó una mala pasada al sumo pontífice, que de todos modos cumplió con la agenda que tenía programada.
En los últimos tiempos, el Papa Francisco ha experimentado diferentes complicaciones de salud y en los días más recientes necesitó de una silla de ruedas para desplazarse. De todos modos, conversó con los rabinos que llegaron hasta el Vaticano, y les entregó una copia del discurso que pensaba pronunciar.
“Buenos días, los saludo a todos y les doy la bienvenida. Gracias por esta visita que tanto me gusta, pero sucede que no estoy bien de salud y por eso prefiero no leer el discurso sino dárselo y que ustedes lo lleven”, dijo el Papa Francisco con una voz claramente afectada.
"No estoy bien de salud".
Después, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, se encargó de informar que el sumo pontífice “está un poco resfriado”, pero aclaró que el santo padre no suspenderá su agenda por lo que sus “actividades continúan regularmente”.
El discurso del santo padre
En el discurso, el Papa Francisco advertía que “una vez más la violencia y la guerra han estallado en esa Tierra que, bendecida por el Todopoderoso, parece continuamente opuesta por la bajeza del odio y el ruido fatal de las armas”.
Fuente: (YouTube Vatican News).
“Los necesitamos, queridos hermanos, necesitamos del judaísmo para comprendernos mejor a nosotros mismos. Por lo tanto, es importante que el diálogo judeocristiano mantenga viva la dimensión teológica mientras continúa abordando cuestiones sociales, culturales y políticas”, dijo además el líder religioso sobre lo que sucede en el mundo.