Uno de los países con mejor manejo de la pandemia ha sido sin lugar a dudas Nueva Zelanda. Desde la irrupción mundial del virus del COVID, el país oceánico ha tomado medidas sanitarias que resultaron efectivas para lidiar con esta nueva enfermedad y hasta hoy registra solo 27 decesos.
La política sanitaria que lleva adelante Nueva Zelanda desde el comienzo de la pandemia es una estrategia de tolerancia cero, lo que ha permitido controlar de manera eficaz los estragos que este virus ha causado en la mayoría de los países del mundo.
Y recientemente, a partir de la aparición de la variante Delta, las autoridades de Auckland, la ciudad más grande de Nueva Zelanda, han tomado la decisión de permanecer en un estricto confinamiento, al menos por una semana más, a raíz de la circulación de esta peligrosa cepa.
El anuncio de la primera ministra
Según lo anunciado por la primera ministra Jacinda Ardern, todos los habitantes de la ciudad de Auckland deberán permanecer en sus casas sin ningún tipo de excepción debido a la aparición de denominados “casos misteriosos”, incluso aunque no se haya establecido una conexión a alguno de los focos existentes.
En ese sentido, Jacinda Ardern comunicó que el gabinete ha decidido que la región deberá permanecer en el nivel cuatro del confinamiento hasta el martes 21 de septiembre a las 23.59 inclusive, a la vez que en el resto de las ciudades de Nueva Zelanda deberán permanecer en nivel 2 de alerta.
“Estos casos misteriosos aún continúan apareciendo y el hecho de que los hallemos a través de controles y testeo en la comunidad en lugar de a través del rastreo de casos contacto, es lo que nos preocupa", explicó la primera ministra acerca de esta decisión que, además, fue bien recibida por los sanitaristas.
Sobre la posibilidad de flexibilizar el confinamiento durante este periodo, Jacinda Ardern rechazó esa opción, aunque manifestó que posiblemente, luego del 21 de septiembre, la ciudad de Auckland podrá pasar del nivel cuatro de alerta de confinamiento a algún nivel de alerta menos.