Daniela Aránguiz decidió ponerle fin al conflicto judicial que mantiene con la actual pareja de su exmarido, y aceptó llegar a un acuerdo. Por eso, ahora no podrá referirse a la diputada por los próximos dos años. Sin embargo. Y fiel a su estilo, aunque el juicio terminó el conflicto sigue, y usará toda su creatividad para evadir la prohibición.
En “Sígueme”, el programa de TV Más donde Daniela Aránguiz se desempeña como panelista, entró ella con una especial performance para dar a entender sus sensaciones tras la definición del juicio que le inició Maite Orsini.
La “cara de cuica” apareció cubriendo su boca con una cinta adhesiva, como una muestra de la prohibición que pesa sobre ella. “Son 5 palos” o “Llámenme de PH”, decía mientras tanto, hasta que su compañera Julia Vial la rescató. “Que aproveche que alguna vez en la vida va a tener prensa. Me encanta”, lanzó, aunque sin nombrar a la diputada.
"Alguna vez en la vida va a tener prensa".
También se dio a conocer que los demandantes le ofrecieron a Daniela Aránguiz la opción de pedir disculpas públicas, pero ella no aceptó, por lo que se impuso el bozal legal que durará dos años. Luego, ella explicó por qué decidió pactar y terminar con el proceso.
La explicación
“Mañana mi hija tenía que ir a declarar, y yo ayer la llevé a comprar un montón de cosas para una actividad que se está haciendo en su colegio, y yo pensé, sentada ahí ‘¿Qué hago?, la hago declarar y la expongo a todo esto mediático’”, contó en el programa de TV Más.
“Porque es muy difícil, siendo una Daniela Aránguiz, poder cuidar a los que uno ama y que no los toquen, o la dejo vivir su etapa y que lo pase bien en su colegio. Si el precio de proteger a mi hija es callarme, lo voy a hacer y no me arrepiento”, explicó ella, “Pero quiero dejar en claro, ‘miedo, sólo le tengo a Dios’”, sentenció por último.
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